En numerosas ocasiones hemos visto como autos clásicos o vehículos de renombre son rescatados de galpones, campos, predios o casas abandonadas, aviones, barcos y hasta del mar; pero el caso que te traemos hoy es simplemente increíble: este Dodge Viper fue un espectacular anuncio de un concesionario Dodge por ¡casi 30 años!.
Seguro pienses que este es uno de los casos en el que el vehículo es simplemente una "maqueta", sin motor, habitáculo, suspensión, ni nada, simplemente la carrocería; pero lamento decirte que no es así: el icónico superdeportivo de Dodge tiene todos los componentes mecánicos y era completamente funcional.
Fotos vía Scott Harris
Si bien el Viper lleva casi tres décadas a la interperie, hace 15 años lo bajaron para "darle unos retoques", y nuevamente fue enviado a las alturas. Claramente, el estado general del auto es deplorable, y a simple vista tiene:
- pintura dañada
- oxido
- desechos y nidos de aves
- cristales degradados, etc.
Curiosamente, el Viper todavía tiene motor, y en caso de funcionar, podría ser objeto de interés para esas personas que hacen proyectos locos con los V10 de estos superdeportivos, pero obviamente nada te asegura que todavía sirva: primero habría que sacar los nidos de aves, limpiar profundamente la suciedad y verificar que logre encender, pero viéndolo en las fotos, ¿decís que funcionará?
Fotos vía Scott Harris
Este Viper rápidamente fue tema de conversación en las redes sociales, y las opiniones y rumores no se hicieron esperar. Los comentarios hablan de un posible abandono por un daño irreparable hasta la posibilidad de que fuera un auto de preproducción que Chrysler, en aquel entonces, no necesitaba más.
Por otro lado, Alec Girvin, empleado del concesionario Dodge, asegura que este Viper se produjo en 1996, y que hasta antes de ser "enviado a volar" tenía sólo 19 kilómetros en el odómetro. Según afirma la concesionaria, el Viper fue bajado nuevamente para un lavado profundo y darle una nueva capa de pintura, pero no se sabe si volverá a las alturas, o si funciona. Qué caso tan raro, y qué manera tan extraña de destruir un auto.
