En el mundo de los autos hay miles de nombres reconocidos globalmente, modelos que dejaron huella y marcaron tendencias, pero uno de los más emblemáticos está cumpliendo 40 años, y es el BMW M5.
Al tratarse de un modelo que marcó tendencia, y fue uno de los pioneros de los sedanes de lujo y altas prestaciones, nos pareció una buena ocasión para incluir el BMW M5 en nuestra sección Leyendas de la Industria, y a continuación te contaremos su origen, las generaciones y los hitos que marcó.
BMW M535i (E12): el origen de una leyenda
En la década del 70, los deportivos de altas prestaciones tenían la misión principal de ser rápidos, mientras que los sedanes estaban pensados para viajar cómodamente y llevar a cuatro o más personas, dejando de lado un desempeño dinámico propio de los GT; pero ¿qué pasaba si se unían practicidad y velocidad?
La pregunta fue respondida por BMW en 1980, con el lanzamiento del M535i, que combinaba manejo deportivo, confort y elegancia en un sedán premium grande como el Serie 5. En términos generales, el M535i contaba con una carrocería de cuatro puertas, diseño discreto, las últimas tecnologías de la época, y lo más importante: un motor derivado de la competición.
En aquellas épocas, los motores más grandes y potentes estaban reservados a los modelos más lujosos, que no buscaban ser deportivos, pero en el caso del M535i, contaba con el impulsor “M30”, que también usaron los 735i y 635 CSI, y era un seis cilindros en línea de 3.5 L que producía 185 o 220 CV, dependiendo el mercado.
El M535i duró solo unos años hasta la llegada del primer M5 en 1984, y a continuación te contamos qué tuvo de destacado cada una de las generaciones del “súper sedán”.
BMW M5 (E28S)
El éxito del M535i sorprendió a BMW Motorsport GmbH, y para 1984 decidieron desarrollar una nueva entrega de este modelo deportivo, pero esta vez sobre la nueva generación del Serie 5 (E28), y así nació el primer M5 de la historia.
El M5 E28S contaba con un motor de seis cilindros en línea y 3.5 L que entregaba 286 CV y se había utilizado en competición, además de que era muy similar al del superdeportivo BMW M1.
Gracias a este impulsor, el M5 se convirtió en el sedán de cuatro puertas producido en serie más rápido del momento, con cifras extraordinarias para un modelo de esa categoría: 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y una velocidad máxima de 245 km/h.
BMW M5 (E34)
Con la llegada de la nueva generación (E34) del Serie 5, también se empezó a trabajar en el nuevo M5, esta vez con un mayor aumento de potencia y desempeño, y así nace en 1988 la segunda generación del M5.
Para la segunda entrega del sedán deportivo, se decidió llevar la cilindrada del motor de seis cilindros a 3.6 L y se aumentó la potencia a 315 CV, que le permitieron llegar a 250 km/h. Se ve que el incremento no era suficiente porque para 1992 BMW presentó una actualización, conocida como E34/5S, que trajo otro aumento en la cilindrada, pasando a ser de 3.8 L, y se incrementó la potencia a 340 CV.
Por último, para la generación E34, se introdujo la carrocería familiar/rural para el Serie 5, que fue apodado Touring, y también se fabricaron 891 unidades de los M5 Touring E34, con el motor de 3.8 L y 340 CV, por lo que son unas figuras difíciles de ver.
BMW M5 (E39)
Para fines de los 90s, más específicamente en 1998, BMW estrenó la tercera generación del M5 sobre la carrocería E39 del Serie 5, y fue un avance muy importante para el modelo, más que nada en términos mecánicos.
El M5 E39 (mi favorito, dicho sea de paso), no solo contaba con las líneas elegantes del Serie 5 y algunos elementos deportivos sutiles que lo hacen pasar relativamente desapercibido, sino que lo importante estaba debajo del capot, ya que se dejaban de lado los seis cilindros para pasar a un V8 de 4.9 L que producía 400 CV y 500 Nm, que era el mismo que usaría más adelante el flamante BMW Z8.
Otros elementos interesantes del M5 E39 eran la tracción trasera y la caja manual de seis relaciones (ideal para puristas), y todo el conjunto le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos, mientras que la velocidad máxima estaba limitada a 250 km/h.
BMW M5 (E60)
La cuarta generación del M5 es quizás la más reconocida a nivel mundial, y es una de las creaciones más extraordinarias de BMW: unos años antes de que le pusieran un V8 al M3, el M5 pasó a tener ¡un V10!
El M5 E60 se destacó principalmente por contar con un 5.0 L aspirado, similar al “BMW P84” para Fórmula 1, y este impulsor desarrollaba 507 CV a 7.750 rpm, con una de las sinfonías más recordadas y amadas por los fanáticos de los autos.
En cuanto a las prestaciones, el M5 E60 aceleraba de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y por primera vez, los conductores podían desactivar el limitador con un paquete opcional, que les permitía llevar su “súper sedán” a 305 km/h.
Entre los demás elementos destacados del M5 E60 se pueden mencionar la caja automátizada SMG de siete relaciones con modo “Launch Control”, además de que también se ofreció la variante rural “Touring” (E61).
BMW M5 (F10)
En 2011, BMW lanzó el M5 F10, la quinta generación de su sedán deportivo, y para esta entrega se dejaba de lado el V10 para adoptar un V8 biturbo de 4.4 L que mejoraba aún más las prestaciones del anterior.
El motor producía 560 CV, es decir, casi el doble de potencia que el primer M5, mientras que el torque era exactamente el doble (680 Nm). Entre las diversas novedades de este M5, se destacaba la caja automática de doble embrague y siete relaciones, que le permitían acelerar de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos y alcanzar los 315 km/h.
En 2013, BMW sumó el Competition Package para el M5, que lo dotaba, entre otras cosas, de 575 CV, mientras que en 2014 llegó la edición “30 Jahre” (30 aniversario), que entregaba 600 CV y estaba limitada a 300 unidades del convencional y 200 del Competition (que llegó en 2016).
BMW M5 (F90)
La sexta generación del M5 no presentó muchas novedades en el motor, ya que se mantuvo el V8 biturbo de 4.4 L, pero la novedad estuvo en la implementación de la tracción integral inteligente M xDrive (que permitía repartir la potencia a las ruedas traseras).
El motor V8 del M5 F90 producía 600 CV y 750 Nm en el convencional, y le permitían acelerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos, mientras que la velocidad máxima estaba limitada a 250 km/h.
Luego del M5 convencional, llegaron las variantes Competition (y 35 Jahre) con 625 CV, y los CS con 635 CV, y este último rebajaba el tiempo de aceleración a 3 segundos.
La actualidad del M5, el G90
Luego de 40 años de historia, el BMW M5 entra en su séptima generación a lo grande (y pesado), ahora implementando un tren motriz híbrido enchufable que produce en conjunto unos notables 727 CV y 1.000 Nm.
El tren motriz está compuesto por el mismo V8 biturbo de 4.4 L, pero con algunas modificaciones, y por su cuenta produce 585 CV y 750 Nm, mientras que el sistema eléctrico cuenta con un motor que entrega 197 CV y 280 Nm.
Para esta generación, el diseño del M5 se volvió más radical y sigue las líneas de los últimos BMW, pero la novedad más importante es el regreso de la carrocería Touring, que se presentó hace unos días, y no estaba presente desde 2007 (E61).
Sin dudas, el BMW M5 es una leyenda de la industria, superándose con cada generación y siguiendo sus principios de sedán deportivo, lujoso y rápido.
Ahora te toca elegir a vos: ¿cuál es tu M5 favorito y por qué?
Test BMW 330i G20