La idea del oriundo de Jovita, una localidad al sur de Córdoba, podría decirse que marcha tanto a fuego lento como sobre ruedas. Sucede que por su invento, lo están llamando no sólo de otras provincias argentinas sino de lugares como Brasil, Colombia, Uruguay, Corea, Italia y otros países europeos. “No me queda otra que patentarlo”, se ríe el inventor del “asador con volante”.
El aparato consiste en una columna de dirección con un volante que comanda la inclinación y la distancia de la cruz donde está montada la carne con respecto al fuego, permitiéndole también poder girar la pieza 180⁰.
Como muchos asados empiezan de día pero terminan de noche, esta parrilla con volante también cuenta con un par de ópticas para asistir lumínicamente al parrillero, permitiéndole tener un completo control de la cocción.
Según le aseguran sus invitados, “la carne asada de esta manera tiene un gusto distinto a la que se hace en la parrilla, tengo casos de gente que no podía comer cordero asado y ahora se comen hasta los huesos y dicen que no sienten nada”.
Guaita dijo que esta idea la tuvo hace un par de años cuando estaba buscando hierros viejos en una chatarrería de su pueblo y que día a día (asado tras asado) busca seguir perfeccionándola: "Estoy analizando colocarle un asiento para que el asador “maneje” con más comodidad el aparato mientras se asa la carne”, comentó.
No sabemos si este invento revolucionará la forma de cocinar nuestros asados o se quedará como un proyecto en crudo, pero estamos seguros de que a más de un fanático de los autos le encantaría tener esta idea en su garage.