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Autos clásicos

Autos Clásicos de Argentina: Ford Fairlane

El sedán grande del segmento F se fabricó en la planta de Pacheco entre 1969 y 1982, y te contamos su historia.

Autos Clásicos de Argentina: Ford Fairlane

Dentro de los muchos ejemplares icónicos que tuvo la industria automotriz argentina, sin dudas, el Ford Fairlane es uno de los máximos exponentes, ya que se trataba de un sedán enorme del segmento F, que era más grande y lujoso que el Falcon, y que apuntaba a un público más acotado, además de que contó con un motor V8.

A continuación, te contaremos la historia del Fairlane en el mundo y en nuestro país, además de sus aspectos más destacados, para nuestra sección Autos Clásicos de Argentina.

Ford Fairlane: origen

Ford Fairlane norteamericano

En Estados Unidos, el nombre Fairlane fue conocido entre 1955 y 1970, con siete “generaciones” producidas en ese período, pero en Argentina, este nombre apareció en 1969, cuando Ford lo comenzó a fabricar en su planta de Pacheco, con el fin de tener un vehículo más grande y lujoso que el Falcon, como ya pasaba en Brasil con el Galaxie.

El Fairlane que se comercializó en Argentina estaba basado en la sexta generación del estadounidense, que también tuvo variantes más onerosas (vendidas bajo el nombre Torino), pero en nuestro país esa nomenclatura ya era utilizada por IKA, por lo que Ford se tuvo que quedar con “Fairlane” para toda la gama.

A pesar de haber durado dos años en el mercado estadounidense, la sexta generación del Fairlane tuvo dos “líneas”, con algunas diferencias estéticas entre sí. La primera se comercializó en 1968 en EE.UU, y entre 1969 y 1973 en Argentina, mientras que la segunda se vendió en 1969 en EE.UU, y entre 1973 y 1982 en Argentina.

Cómo eran los Ford Fairlane fabricados en Argentina

Foto: Archivo de Autos

Si bien el Fairlane se basaba en el modelo estadounidense, es importante aclarar que sólo se tomó como base la variante sedán, y todos los Fairlane fabricados en Argentina tuvieron ese formato. En el mercado norteamericano, también se ofrecieron opciones coupé y fastback de dos puertas, y hasta una convertible; pero ninguna se produjo ni se comercializó oficialmente en nuestro país.

Dentro de los puntos más destacados del Fairlane, además de sus enormes dimensiones (más de cinco metros de largo y casi dos de ancho), hay que mencionar que fue el primer auto de producción nacional en contar con motor V8 (hago énfasis en la palabra “auto”, ya que la Ford F-100 ya venía con un V8 desde 1959).

Ford Fairlane 500 - Foto: Fairlane Club de Argentina

En principio, el Fairlane estuvo disponible en tres versiones: Standard, 500 y LTD, y las dos últimas contaban con el V8 de 292 pulgadas (4.8 L) de la F-100, y que entregaba 185 CV. Por otro lado, el Fairlane Standard usaba el “221”, un seis cilindros en línea de 132 CV, que luego fue muy reconocido en el Falcon y la F-100. Ambos motores estaban acoplados a una caja de tres relaciones y enviaban la potencia a las ruedas traseras.

Otra de las características interesantes de este auto en Argentina es el slogan con el que se lo presentó: “Nueva serenidad espacial”, haciendo referencia al confort de un vehículo grande y lujoso como el Fairlane, proporcionado principalmente por sus suspensiones con espirales y amortiguadores adelante y elásticos atrás.

Foto: Fairlane Club de Argentina

Si bien el Fairlane tuvo elementos muy interesantes como los asientos de tela o cuero, techo vinílico, tazas que imitaban llantas con rayos, y más, había algunos faltantes, como por ejemplo los frenos a disco, levantavidrios eléctricos, aire acondicionado o caja automática; elementos que algunos Rambler (su competencia directa) ya tenían. De todos modos, con el correr de los años se fueron sumando versiones que contaban con aire acondicionado, dirección hidráulica y antena eléctrica para la radio, entre otros.

En términos estéticos, en el Fairlane predominaban las líneas rectas, los voladizos largos, y una buena distancia entre ejes de casi tres metros, entre otros. Dentro de los rasgos característicos, podemos mencionar la parrilla que recorría todo el frente, los cuatro focos redondos, las líneas del capot marcadas, y en algunas versiones, un aplique lateral que recorría el largo del auto, entre otros. Es imposible confundir este auto.

En el medio, el primer Fairlane; a los lados, los vendidos a partir de 1973

Más arriba te dije que el Fairlane tuvo dos “líneas”, y si bien en términos generales eran prácticamente iguales, con muy pocas diferencias entre sí, ambos se pueden distinguir fácilmente a través de las luces traseras: las de los primeros eran verticales y las de los últimos fueron más “cuadradas”.

El fin del Fairlane

Foto: Archivo de Autos

Si bien en Estados Unidos se discontinuó en 1970, en Argentina el Fairlane duró hasta 1982, cuando el mercado comenzaba a tomar un nuevo rumbo con los vehículos más compactos y “económicos” de origen europeo, por lo que este lujoso modelo no tuvo un sucesor directo hecho en Argentina.

En los 13 años de producción del Fairlane en Pacheco, se hicieron 29.602 unidades, y muchas de ellas fueron utilizadas por autoridades, ejecutivos, o empresas.

En la actualidad, el Fairlane es un modelo muy recordado por los fanáticos, no solo por ser uno de los autos más lujosos que se hicieron en Argentina, sino también por sus características y su motor V8, y con un poco de suerte se puede ver alguna unidad en buen estado en las calles.

Si tenés alguna anécdota con un Fairlane, ¡te invitamos a compartirla!

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