El Kia Carnival pertenece a una raza que alguna vez fue dominante, pero que hoy está casi extinta, la de los MPV o Minivans grandes, para familias numerosas, pero que no son derivados de utilitarios, sino “autazos” para viajar de a muchos con pleno refinamiento.
Hace ya más de 12 años, antes de trabajar en Autocosmos, recuerdo haber probado una Carnival, después volví a testearla en la generación anterior (2019) y en la actual durante 2022. Ahora, esa misma entrega recibe su actualización de mitad de vida que la acerca a la estética actual de la marca, y de paso retoca elementos del interior y de equipamiento, pero sin tocar la mecánica, ni los 11 asientos.
Kia Carnival: los opuestos sean unidos
Siendo un rediseño, no se tocan ni estructura, ni laterales, conservando los apenas más de 5 metros de largo, ni las proporciones generales con ese toque SUV que entrega el capot más horizontal. El diseño tipo caja de zapatos, necesario para generar el mayor espacio interior, no se toca, pero ahí entra la magia de la marca en darle mucha onda.
Kia dejó uno de los aciertos del Carnival, la máscara metalizada del pilar trasero, pero cambió el frontal adaptándolo a su nuevo estilo llamado Opposites United, donde se destacan las DRL y giros en forma de L acostada que pasan por arriba de la parrilla y delinean el lateral, y los faros verticales en forma de cuatro tachas (dos de bajas, dos de altas) que habilitan una parrilla XXXancha.
Atrás se cambió el portón y las luces anteriores en forma de franja fueron sumaron unos “colmillos” en los extremos. Lamentablemente la unión roja entre los grupos no se ilumina.
Kia Carnival: minimalismo interior
Adentro sigue todo prácticamente igual, aunque con cierta simplificación empezando por la pantalla doble que abandona la suerte de parasol que tenía del lado del instrumental, quedando más como un IMAX digital. El otro gran cambio está en la parte central los controles de climatización físicos fueron reemplazados por una franja táctil con dos perillas físicas que pueden servir tanto para climatización como para control de audio y accesos rápidos.
Si bien volante y tapizados se mantienen iguales, se cambiaron varios decorados, por un lado despareció la sección en negro piano del centro y por el otro se perdió el aplique metalizado, como el del pilar exterior, que a mi parecer le sacó gran parte de la elegancia que ofrecía la cabina. La calidad tanto de materiales como de uniones sigue siendo de primera.
Apretando un botón (táctil) el mismo display sirve para controlar climatización y audio
Portaobjetos de todo tipo y tamaño, incluyendo portavasos donde entra hasta un termo grande, y todos los controles a mano hacen ultra fácil y amigable usar este MPV, incluyendo el equipo multimedia con interfaz intuitiva y el cuadro de instrumentos con dos visualizaciones, ambas simples, claras y con mucha información.
Podés setear cosas como las ADAS desde la pantalla, pero los sistemas como mantenimiento de carril y crucero activo se activan con un par de botoncitos desde el volante, así de fácil. Completan algunos botones extra adelante del apoyabrazos central para la calefacción de butacas y las cámaras de 360º con todo tipo de vistas en todos los sentidos.
Kia Carnival: 11 asientos de hecho, seis de lujo
Es normal que en vehículos con más de dos filas de asientos, la última sea poco usable o solo para niños, y la Carnival no escapa a esta tendencia, solo que en este caso es una cuarta hilera. Además del poco espacio para los pies, peca de demasiado optimista a lo ancho ya que tiene tres plazas y queda tan pegada al portón que no deja espacio para el baúl.
Reclinemos la cuarta fila de asientos, tarea que se hace prácticamente con una mano, tirando de una correa, y que la deja al ras del suelo, y aparece un baúl. Pasamos a la tercera y segunda fila de asientos que tienen dos plazas laterales perfectas, con corredera longitudinal y respaldos reclinables, pero un transportín en el centro de cada una, que es chico y no tiene apoyacabezas además de ofrecer solo cinturón ventral.
Los dos transportines centrales pueden rebatir sus respaldos convirtiéndose en mesitas, también pueden plegarse del todo, dejando un pasillo central. Las butacas laterales de la segunda fila tienen además apoyabrazos. En resumen, atrás hay asientos para nueve, pero son cuatro los que van a viajar como rockstars, sumando climatizador trasero, luces de cortesía, cortinas en todos los cristales laterales, puertos USB y posavasos en todos lados. Rematan el ambiente ventanillas eléctricas en las puertas corredizas, que son motorizadas.
Como dato curioso, la rueda de auxilio va colgada afuera, debajo del asiento derecho de la segunda fila, es temporal y sacarla tiene su procedimiento.
Equipamiento y seguridad en el Kia Carnival
Si sos seguidor de Autocosmos ya sabés que tenés el detalle completo de confort, ficha técnica y el precio al día en el Catálogo. Acá voy a mencionar lo más destacado de la única versión de la Carnival que se vende en el país.
A todo lo que te nombré antes sumale ambos asientos delanteros eléctricos, cuero en todas las butacas, audio con gran sonido, Android y Carplay inalámbricos, cargador inductivo y los dos techitos de cristal que se abren.
En seguridad la dotación es formidable, especialmente en la ADAS que mantienen a la Carnival centrada en el carril aún en curvas, y a distancia del de adelante, incluyendo función stop&go y aviso de que el de adelante arrancó. Lo mejor es que todo eso lo hace con gracia, sin pelear, ni alarmas molestas excepto el aviso de tráfico cruzado que puede ser un poco exagerado. Completan las cámaras de giro que se proyectan en los cuadrantes del tablero y el autofrenado en estacionamientos, que te da un buen susto cuando se activa, pero te ahorra raspones o lastimar a alguien.
Kia Carnival en movimiento
Dije al principio de la nota que el truco del Carnival es llevar a muchas personas con un andar refinado, y Kia cumple la promesa, pero vayamos desde el principio.
La posición de manejo es muy buena, alta, dominante, con todas las regulaciones eléctricas de butaca y manuales de volante. Los retrovisores son inmensos, tenés aviso de punto ciego, de tráfico cruzado, sensores adelante y atrás además de las tantas vistas de las cámaras.
Adelante está el mismo 2.2 turbodiesel de antes con 199 CV y 440 Nm desde 1.700 rpm que no vibra ni al encender y solo se siente que es gasolero cuando estás con el acelerador a fondo. Girás el dial a D y la caja se ocupa de que no sientas como va eligiendo entre sus 8 cambios.
La dirección es bastante ligera, casi tan directa como en un auto, y además vuelve al centro rápido aún a baja velocidad. El equipo de frenos se deja regular perfecto. Las suspensiones filtran con gracia, se siente que estás sobre una mole, pero controla de manera taxativa el bamboleo.
Si el andar es tan prolijo y fluido que te olvidar que hay prácticamente 5 metros de auto a tus espaldas, en ruta sentís la mole que tenés del otro lado del volante, pero en forma de aplomo, silencio y buenas prestaciones, además de disfrutar del buen sonido del estéreo y de las ADAS que hacen más relajado el viaje.
A 120 km/h reales, unos 123 del velocímetro, viaja a menos de 2.500 rpm, pero, ¿cómo es la interacción entre los 440 Nm, la caja y las más de dos toneladas que pesa el Carnival? Veamos
Recuperación 80-120 km/h Kia Carnival
- En D: 7,3 segundos
- En 3º: 7,1 segundos
Podés rebajar manualmente, pero la poca diferencia entre pisal a fondo en D y en 3º muestra lo rápida que es la caja de este MPV.
Respecto de la sed, las medidicones fueron también práctivamenter iguales a las del modelo antes del rediseño.
Consumos Kia Carnival
- A 120 km/h: 6,3 L/100 km
- Urbano: 10,7 L/100km
- Tanque: 75L
Los consumos no solo son contenidos para el peso y área frontal del vehículo, sino que combinados con la capacidad del tanque te da una autonomía rutera de 1000 kilómetros.
Conclusiones Kia Carnival
Estamos ante uno de los pocos remanentes de la raza casi extinta. Respecto de los viejos MPV pierde es modularidad entregada mediante asientos que se esconden y cajoneras que se desplazan, y además, en esta configuración de 11 asientos quiere abarcar más de lo que debería. Dicho esto, pasemos a las buenas noticias.
El Kia Carnival es lindo, refinado, cómodo, se desplaza bien y gasta poco, pero además es funcional y todo lo que tiene de equipamiento sirve y es fácil de usar, especialmente las ADAS. En ningún momento vas a sentir que sacrificaste “auto” por tener una mole capaz de llevar a tanta gente en confort.