Un estudio del IIHS, (Insurance Institute for Highway Safety) reveló que las mujeres tienen más chances de fallecer o terminar con heridas graves tras un siniestro vial con respecto a los hombres. Esto se debe a una multiplicidad de factores, que van desde el tamaño de los vehículos hasta la forma en la que se diseñan los autos.
El organismo de seguridad estadounidense analizó datos de accidentes notificados por la policía en el período comprendido entre 1998 al 2015 y encontró datos reveladores, como que en una colisión frontal, las mujeres tenían tres veces más probabilidades de sufrir una lesión moderada, (descrita como una conmoción cerebral o una fractura) que los hombres. También tenían el doble de probabilidades que los hombres de sufrir lesiones graves, por ejemplo, un pulmón colapsado o una lesión cerebral traumática.
Para explicar este fenómeno se empezó por analizar el tipo de vehículo. El 70% de las mujeres viajaban en vehículos de pasajeros, mientras que en los hombres ese porcentaje bajaba al 60%. Esto se explica en que el 20% de los hombres manejaban pick-ups, mientras que sólo el 5% de las mujeres lo hacía. En el caso de los SUV, el porcentaje es equitativo en un 50/50. Cuando dos vehículos colisionan, generalmente los de mayor tamaño y masa lo hacen con más fuerza, provocando mayores daños en los vehículos más pequeños.
Otro dato que nos habla de las actitudes al volante es que en el caso de los hombres involucrados en siniestros viales, la mayoría manejaba el auto responsable del impacto, mientras que la mayoría de las mujeres viajaban en los vehículos impactados.
El diseño de los autos
Cuando el IIHS eliminó el tamaño del vehículo de la ecuación al estudiar los choques que involucraron a hombres y mujeres en vehículos de tamaño similar, el informe reveló que las mujeres tenían el doble de probabilidades de sufrir lesiones moderadas y un poco más de probabilidades de sufrir lesiones graves. En particular, las mujeres tienen 2.5 veces más probabilidades de sufrir lesiones moderadas en las piernas.
Esto sucede porque hasta 2011, al menos en EE.UU., todos los maniquíes usados en las pruebas de choque (también conocidos como crash dummys) se diseñaron según el cuerpo de un hombre promedio. Debido a esto, las mujeres se han visto obligadas tradicionalmente a sentarse más cerca del volante, lo que aumenta la posibilidad de lesiones en las piernas y el pecho. Esas lesiones pueden provenir no solo del choque, sino también del despliegue del airbag si la persona que maneja está sentada demasiado cerca del volante. Según la mayoría de los fabricantes, se recomienda una distancia de al menos 30 cm entre el pecho y el lugar de donde sale el airbag.
El IIHS establece que más hombres mueren por accidentes que mujeres en general. Sin embargo, cuando los datos se ajustan por velocidad y se analizan por cada accidente, las mujeres todavía tienen entre un 20% y un 28% más de probabilidades de morir y entre un 37% y un 73% más de probabilidades de sufrir lesiones graves.