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Así fue como Honda abrió sus alas y voló

El proceso para convertirse en una empresa aeroespacial es digna de un guión para el cine.

Así fue como Honda abrió sus alas y voló

Contrario a BMW, por ejemplo, que pasó del mundo de la aviación a la producción de automóviles, Honda decidió sumarse al sector de la aviación con un jet que se ha convertido todo un éxito. Tras treinta años de esfuerzos, el primer avión comercial de Honda, el HondaJet, rápidamente se ha convertido en la aeronave más vendida dentro de su categoría -2017, 2018 y 2019-.

Esta popularidad de Honda en el sector de la aviación está avalada por una lista de reconocimientos recibidos tras su debut, entre ellos el Premio de la Fundación para la Excelencia del Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica (2018) o el Premio a la Innovación en Aviación del Consejo Internacional de las Ciencias Aeronáuticas (2014).

Estos y otros premios se de deben a que el HondaJet se convirtió en el jet ligero más rápido del mundo, el que vuela a mayor altitud, el más silencioso y el de menor consumo de combustible.

Este último punto es posible gracias al motor GE Honda Aero HF120, desarrollado por Honda con la colaboración de GE Aviation, un caso realmente raro en el sector, ya que lo habitual es que los motores sean desarrollados por empresas especializadas.

Pero ¿cómo llegó Honda a la producción y comercialización de jets?

Sin duda el camino fue largo y difícil, y en más de una ocasión la compañía consideró la posibilidad de abandonar el proyecto de crear un avión, ya que a veces parecía imposible.

Todo surgió gracias a la mente soñadora de Soichiro Honda, fundador de la compañía, que quería llevar la movilidad humana hasta el cielo. Más allá de esta metáfora, la aventura de Honda en el negocio de los aviones comenzó en 1986 con la creación de una división dedicada exclusivamente a este campo.

Al frente de esta división estaba el ingeniero aeronáutico Michimasa Fujino, que fue trasladado junto con un pequeño equipo a un centro de investigación en aeronáutica avanzada en Starkville, Mississippi.

Desgraciadamente, a principios de la década de 1990, la crisis de la economía japonesa interrumpió la investigación y el equipo pronto se vio de vuelta en Japón. Esto podría haber sido el fin, sin embargo, fue el inicio de una gran aventura, aunque aún habría que esperar unos años.

Movido a otra división de Honda, Fujino no dejó en el olvido la idea de crear un avión. Como si fuera una historia de película, una noche de finales de 1996 una idea asaltó al futuro presidente fundador y CEO de Honda Aircraft, la filial de la compañía dedicada a la aviación. Somnoliento y sin ningún papel a mano, Fujino arrancó una hoja de un calendario y esbozó su idea en el reverso. Hoy, una simple ojeada es suficiente para poder afirmar que aquella noche nació el HondaJet.

Este dibujo original de Fujino contiene la que aún hoy es quizá la innovación más característica del jet de Honda: el montaje de los motores sobre las alas, una solución que permitió ganar espacio en la cabina y reducir los ruidos causados por las vibraciones del motor.

Además de esta solución, la idea del avión destacaba por el diseño aerodinámico de las alas y de la nariz que no solo reduce la fricción y favorece la eficiencia del jet, sino que lo hacen altamente reconocible.

Otro dato anecdótico del exterior del jet de Honda, es que Fujino diseñó el frente de la aeronave inspirándose en un par de zapatos de tacón de Salvatore Ferragamo que una vez vio en una tienda duty-free de Hawaii. Como los zapatos de la marca italiana, el HondaJet reúne funcionalidad, ergonomía, aerodinámica y tecnología a golpe de vista.

Tras la creación de ese boceto dibujado a mitad de la noche, Fujino regresó a Estados Unidos, donde en 2003 llegó a realizar con éxito la primera prueba de vuelo del avión experimental.

A pesar de este avance, le esperaba otra desilusión: por entonces la dirección de Honda, que veía el desarrollo de aeronaves como simple investigación destinada a aplicarse en automóviles, decidió no comercializar el avión.

De esta manera, la empresa se ahorraba así un sinfín de dolores de cabeza y dinero: certificaciones, producción en cadena, servicio de venta y postventa, obstáculos para entrar en un mercado extremadamente competitivo. A pesar de ello, las pruebas continuaron y en 2005 el HondaJet debutó en una exposición aérea en Oshkosh, Wisconsin. Al año siguiente, la dirección decidió dar el paso de comercializar la aeronave y la compañía.

Tras hacerse oficial su venta, Honda recibió más de 100 encargos que sólo pudieron confirmarse tras diez años de espera, cuando el HondaJet obtuvo por fin la certificación de la Administración Federal de Aviación (FAA) en 2015 y pasó a la fase de producción.

Aquel primer el equipo de 40 personas con el que arrancó Honda Aircraft se ha convertido en una plantilla de 1,800 personas y ya hay más de 150 HondaJet volando alrededor de todo el planeta.

Desde 2014, Honda Aircraft cuenta con una planta propia de producción de motores para el HondaJet, y actualmente está construyendo una nueva instalación industrial de producción de alas en su sede en Greensboro, Carolina del Norte, EE.UU.

Con la comercialización del HondaJet, actualmente a la venta en Estados Unidos, Europa, América Latina, Sudeste Asiático, China, Oriente Medio, India y Japón, Honda es la única compañía del mundo que aporta soluciones en todos los ámbitos de la movilidad humana.

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