Con los motores de prácticamente todas las categorías del deporte motor mundial apagados a causa del coronavirus, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) dio a conocer cambios a futuro en las normativas técnicas y deportivas de sus principales campeonatos. Uno de ellos es el Campeonato Mundial de Rally, que se prepara para una etapa completamente nueva desde 2022.
Lo más relevante es que sus coches dejarán de denominarse World Rally Cars, tanto los de la divisional mayor (WRC) como los de la menor (WRC2), y pasarán a llamarse Rally 1 y Rally 2. Eso sí, el campeonato en su totalidad mantendrá el nombre WRC (World Rally Championship). En fín, cosas de la FIA.
Los costos, otro punto a mejorar
Otro de los ejes por los cuales la FIA apunta al 2022 es la competitividad. Con el objetivo de mejorar el actual certamen de constructores (que tras la salida de Citroën quedó reducido a solo tres marcas), el ente madre del deporte motor busca abaratar los costos de desarrollo, más teniendo en cuenta que dentro de poco menos de dos años el parque de máquinas se renovará con la llegada de los coches híbridos.
Por supuesto que los autos mantendrán los actuales niveles de potencia (3,1 kilos por CV) y su apariencia agresiva, pero se simplificará su construcción y se compartirán muchos componentes con los autos de Rally 2, haciendo que su costo de desarrollo disminuya en forma consistente.
Si bien cada marca tendrá libertad para elegir su diseño de carrocería, se eliminarán muchos de los canalizadores de aire que brindan ventajas aerodinámicas y se simplificará toda la parte trasera. Así, no habrá tanta diferencia entre un nuevo Rally1 y los actuales Rally2.
Mecánicamente, los autos mantendrán la tracción total y usarán cajas secuenciales de cinco cambios. Una de las mayores modificaciones será la eliminación del diferencial central para pasar a uno más simple, mientras que sólo se permitirán seis juegos de transmisión al año.
También se simplificarán los amortiguadores, los bujes y las barras estabilizadoras, y habrá sólo una especificación de suspensiones para todos los autos.
Como ya se sabía, todos los modelos deberán integrar un sistema de propulsión híbrido capaz de operar de manera 100% eléctrica cuando los autos estén en pleno enlace, donde recorrerán ciudades y otras zonas urbanas. Para las etapas cronometradas, estos sistemas proveerán energía adicional a los motores de combustión.
En una primera fase, es decir entre 2022 y 2024, todos los autos contarán con elementos comunes para el hardware, las baterías y el software, para así de controlar los gastos. Luego, desde 2025, se sumarán sistemas de regeneración de energía y se permitirá libertad técnica para que cada fabricante utilice sus propios desarrollos.
