Dodge Challenger Hellcat es un muscle car que te enamora por su brutalidad. Aunque esté construido con tecnologías modernas, los 707 CV que tenemos debajo del capot son un verdadero desafío para el conductor. Sin dudas, es un auto que en pleno siglo XXI reinterpreta la esencia original de los muscle cars. Claro, este auto se inspira en el Challenger 1970, uno de los mejores ejemplares de aquella época.
Para saldar la larga discusión entre los que prefieren el modelo original y los partidarios del moderno, llega el Super Cat. Con la carrocería de un Challenger 1970, cuya principal modificación es la adopción de elementos oscurecidos como las llantas, además de la adición de un spoiler trasero, una toma de aire funcional en el capot inspirada en el Challenger T/A y faros LED.
Más allá de su portentoso look, su motor es el alma. Se trata del V8 6.2 L HEMI con 707 CV y 881 Nm ya conocido, con la salvedad de que cambia la transmisión. De una caja automática de octava pasamos a una manual de seis cambios de Tremec.
También tiene una serie de mejoras en diversos puntos, como el esquema de suspensión y el sistema de frenos. Esto sin dejar de lado las mejoras en la rigidez estructural. Un perfeccionamiento casi obligado para que el chasis no se doble como papel con tanta potencia. Decisión acertada.