El ingeniero inglés Adrian Newey, jefe de diseño del equipo Red Bull Racing de Fórmula 1, publicó su autobiografía titulada “How to build a car” (“Cómo construir un auto”) en la que recupera el capítulo más negro de su carrera: cuando siendo jefe de diseño y desarrollo de Williams, en 1994, el brasileño Ayrton Senna se mató al volante del FW16 en el circuito de Imola.
"Fui uno de los altos ejecutivos de un equipo que diseñó un coche en el que un gran hombre murió", dice en un pasaje del libro que rememora aquella terrible jornada en el GP de San Marino.
"No me importa si esa columna de dirección causó el accidente o no, el hecho es que era una pieza de diseño mala; nunca debió haberse permitido en el coche". Por todo ello, dice: "Siempre me sentiré responsable de la muerte de Senna, pero no culpable".
Lo cierto es que si Newey conocía el desperfecto y lo permitió, la línea entre responsabilidad y culpabilidad es muy fina.
Fuente: CORSA