Dos años después de que Zarooq Motors, un fabricante de superdeportivos árabe, diera a conocer el SandRacer Concept en el GP de Abu Dabi, el vehículo de producción en serie ya tiene todo preparado para ser fabricado. Tomando como base el prototipo, una serie de mejoras mecánicas y de diseño fueron necesarias. El Sand Racer 500 GT está preparado para los desiertos arábigos, pero mantiene una estética deportiva, con una carrocería de fibra de carbono, interior para dos personas, motor en el centro y un sistema de suspensión acorde.
Gracias a la fibra de carbono, la ligereza es una de los principales puntos altos del auto, que se complementa con un V8 de 6.2 L que eroga 525 CV y 895 Nm. El peso de 1.200 kg termina de completar la tabla de cifras, y determina una buena relación peso/potencia de 2,2 kg/CV. El mencionado V8 se acopla a una caja secuencial de 5ª, buscando de esa manera el mejor manejo en terrenos complicados y arenosos. La suspensión, en esa línea, se adapta a dos tipos de superficie, Road (pavimento) y Sand (arena).
La cuestión estética por dentro es acorde a la idiosincrasia de sus fabricantes. Rodeado por una jaula de seguridad, el lujo se hace presente por los detalles artesanales con materiales de alta calidad. El cuadro de instrumentos digital se junta con el sistema multimedia de última tecnología y los asientos de fibra de carbono.
Las ventas del SandRacer 500 GT de Zarooq Motors iniciarán a finales de 2017 en los Emiratos Árabes Unidos, con una edición limitada a 35 unidades, cada una con un precio inicial de USD 450.000.