Para miles de automovilistas, el tránsito céntrico de la Ciudad de Buenos Aires es una pesadilla cotidiana, recurrente, donde el constante sonar de las bocinas, los motoqueros con aspiraciones suicidas y los colectivos que imponen una cuestionable jerarquía por su porte hacen que manejar día a día se convierta en una rutina poco agradable. Pero esta vez, los bocinazos fueron para un auto muy especial, el monoplaza eléctrico del DS Virgin Racing pilotado nada menos que por José María López.
Y sí, hubo bocinazos para saludar y de los otros. A muchos transeúntes y conductores el evento realizado por DS Argentina los tomó por sorpresa en plena hora pico y si bien es algo que puede parecer caótico, una cuota de distinción siempre es saludable para cortar con la rutina en la ciudad de la furia.
Pechito llevó su monoposto desde el Teatro Colón hasta la Floralis Genérica, la icónica escultura situada en la Plaza de las Naciones Unidas sobre la Av. Figueroa Alcorta. Obviamente que el piloto cordobés no fue solo, sino secundado por los nuevos DS3 Performance y DS4 Performance Line (ver nota) además de integrantes del Club DS Argentina y un micro descapotable con periodistas, representantes de la marca y su compañero de equipo, el inglés Sam Bird.
Ambos pilotos del DS Virgin Racing desarrollaron varias actividades de cara a la carrera del sábado, en la que buscarán sumar puntos y en el caso de Bird, repetir su victoria.
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