Luego de los problemas desatados por sus airbags en mal estado, la empresa japonesa Takata busca la aparición de algún comprador capaz de salvarlos de la greve crisis financiera en la que están sumidos. Los airbags defectuosos de Takata estaban en más de 90 millones de autos alrededor del mundo, ya que más de 30 marcas lo usaban. El saldo fatal de estos incovenientes fue de 17 personas, en su mayoría, debido a la fuerte presión con la que se activaron las bolsas de aire, expulsando fragmentos metálicos al pasajero.
Frente a esa situación, el Departamento de Justica de los Estados Unidos castigó a la empresa japonesa con una multa de USD 1.000 millones, cifra que seguramente dejaría en quiebra a los fabricantes. Por ello, ya suenan algunas firmas capaces de hacerse con la empresa japonesa, entre ellas, la recientemente fundada Autoliv o (qué casualidad) la estadounidense Key Safety Sistems Inc..