Olvídate del Ford Focus RS o del RS RX de Ken Block, ya que el especialista neozelandés Pace Innovations ha creado el que posiblemente sea el Focus más radical de la historia, ¿la clave?, bajo el capot monta el mismísimo V6 3.8 litros biturbo del Nissan GT-R.
Partiendo de la base de un Focus Sedán, este auto fue modificado de manera completamente artesanal con un único objetivo: destrozar cualquier cronómetro en las competencias de ascenso de montaña, incluyendo Pikes Peak 2016.
Para lograr su cometido, Pace Innovations tomó prestado el corazón de Godzilla y lo llevo hasta los 850 CV y 976 Nm de torque, aunque los encargados del proyecto aseguran que su creación puede soportar 1.000 caballos sin ningún problema.
Como en la competición la potencia no lo es todo, este Focus está montado sobre un chasis tubular que alberga el motor en posición central y la transmisión en la parte delantera del auto. El peso de todo el conjunto es de 950 kilos y su diseño le permite soportar cargas aerodinámicas de 1.000 kilos a 200 kilómetros por hora.
