La Santa Fe es una suerte de héroe de la marca, al menos en su segunda encarnación fue uno de esos productos que demostraron que la Hyundai estaba para pelear en las grandes ligas, tanto por tecnología como por diseño. Ahora, a tres años de su lanzamiento internacional, la tercera generación presenta un facelift para actualizar su imagen.
Estéticamente se destaca el trabajo en el forntal con una serie de sutiles cambios que involucran líneas más trabajadas, sobre todo en las aberturas de los extremos en las tres barras de la parrilla y el conjunto inferior más envolvente que suma LEDs sobre los rompenieblas. También aparece una boca inferior más grande y diferentes elementos en gris metálico.
Si bien la marca no reveló imágenes del interior, anuncia un nuevo cuadro de instrumentos y la opción de varios elementos de avanzada como cámaras para visión de 360º, control de velocidad crucero adaptativo y sistema de frenado de emergencia automático. También se habla de una sustancial mejora en seguridad de cara a las pruebas de la IIHS estadounidense.