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Test drive

Prueba Chevrolet Onix AT y bicicleta plegable

Manejamos la versión automática del hatchback y una bici plegable del moño.

Prueba Chevrolet Onix AT y bicicleta plegable

La tendencia hacia las cajas automáticas es cada vez más fuerte y por ello varias automotrices han comenzado a ofrecer esta opción en sus modelos compactos, que son los más vendidos en nuestro mercado. Chevrolet hizo esto con el Onix, que ofrece una variante con moderna transmisión de 6 cambios. ¿Es tan buena como su ficha técnica lo indica?

Diseño e interior

Vamos a hablar poco del Chevrolet Onix -hermano hatchback del sedán Prisma- y a centrarnos más en la comunión entre el pequeño 1.4L de 98 CV con la transmisión automática. Solo nos limitaremos a decir que es el mejor trabajo de diseño de Chevrolet para un modelo exclusivo de la región. Este cinco puertas luce corpulento, moderno y bien plantado, y solo podemos decir que quizás en los laterales la cantidad de chapa es exagera comparada con la superficie acristalada.

El diseño del interior es agradable, dominado por la gran pantalla táctil del sistema MyLink. Los plásticos del tablero se sienten delgados cuando los apretamos, mientras que la sensación visual de las terminaciones es correcta. El espacio interior es bueno y el baúl ofrece 280 dm3.

Comportamiento dinámico

El Chevrolet Onix se desplaza por la ciudad con confort, las suspensiones no son muy refinadas y la dirección se siente algo pesada para este tipo de vehículos, pero ambas cumplen bien con sus tareas. La visibilidad es buena gracias a sus grandes retrovisores externos y la postura de manejo es fácil de regular, aunque demasiado alta, aún con el asiento en su punto más bajo.

Respecto de la comunión caja motor, si bien el Chevrolet Onix AT no se siente rápido debido al modesto torque de 126 Nm, tiene el empuje necesario en ciudad. Si se quiere extraer más velocidad hay que ser concisos con el pedal derecho para que la caja rebaje o mantenga un cambio; eso sí, como en la mayoría de las transmisiones automáticas, la brusquedad con el acelerador es correspondida con cierta tosquedad por parte de la transmisión.

En ruta viaja a 120 km/h mucho más relajado que su hermano manual gracias a la 6º marcha. Cuando se quiere velocidad rebajará buscando colocar la aguja del tacómetro en las 4.000 rpm, volviéndose algo ruidoso. El Chevrolet Onix no es particularmente rápido o deportivo, pero si estable y confortable.

La Bicicleta

En el baúl del Onix AT, Chevrolet colocó una bicicleta de su nueva gama. Se trataba del modelo plegable con cuadro de aluminio, rodado 20” y varias bisagras para dejarla en un tamaño lo suficientemente compacto que entraba en el baúl hatchback. El proceso de armado y desarmado no es el más fácil, pero se puede lograr tenerla en función o plegada en pocos minutos sin la necesidad de leer ningún manual.

Los frenos son del tipo V-Brake y tiene 6 los cambios Shimano que se pasan desde la empuñadura. En movimiento es un buen medio de transporte, sin embargo, si estás buscando un poco de diversión, mejor elegí una bici que esté menos de moda, pero que sea más entretenida como una mountain bike.

Conclusiones

El Chevrolet Onix AT es una buena opción para quienes buscan un hatchback compacto con caja automática que no sea muy caro. La contra está en el consumo que es elevado para un auto de su porte y cilindrada. La transmisión no es la más sedosa, pero tiene 6 cambios y ofrece un funcionamiento que es mucho más fluido que en los sistemas manuales robotizados. Haciendo click en los links que figuran al pie de esta nota podés ver la ficha técnica del Onix y medirlo con algunos de sus competidores en el Comparador de Autocosmos.

Hernando Calaza. Fotos: Ezequiel Las Heras recomienda