Siendo ya la primera potencia a nivel mundial y contando con un crecimiento económico continuo, China requiere una fuerte demanda de petróleo y de la importación del mismo, ya que el uso de los vehículos se popularizó ampliamente. Ejemplo de esto es que el consumo de combustible en este país creció de 0.9 millones de barriles por día en 2003 a más de dos millones en 2013.
Lo anterior es una tendencia que se ha mantenido en el sector de transporte de China desde la década de los 90s. El alto consumo de petróleo provoca que este país oriental se importe crudo desde otras naciones, y desde 2009, ha estado comprando más de la mitad de lo que necesita. Para empeorar las cosas, según su "Plan de Vehículos de Nuevas Energías y Ahorro de Combustible para 2012-2020" publicado en 2012, el consumo promedio de un auto de pasajeros será de 14.45 Km/l para el 2015, mientras que para el 2020 será de 19.98 Km/l. Esto se debe a una mayor intensidad del tráfico y a un mayor uso del automóvil de forma particular.
Para tratar de aminorar este problema, el gobierno chino ha lanzado una nueva estrategia para promover el uso de vehículos de nuevas energías (NEV por su abreviación en inglés y se refiere a unidades impulsadas parcial o completamente por electricidad); así como apoyar a la industria automotriz doméstica para producir NEVs. La autoridad pretende invertir un estimado de USD 15 mil millones en vehículos alternativos durante los próximos 10 años. La meta nacional de producción y ventas de unidades eléctricas como híbridos enchufables es de 500.000 modelos para el 2015. No obstante, se espera que para el 2020, sean de un millón de vehículos.
Para lograr una buena penetración de los NEVs, mejorar su demanda y hacerlos más asequibles, el gobierno chino está ofreciendo incentivos financieros, incluyendo cuatro mil millones de dólares en productos para ahorrar energía, principalmente en dispositivos hogareños para poder conectarlos. Además de lo anterior, algunas ciudades obsequian el patentamiento para estos autos sin cobrar la cuota, una gran ventaja ya que en algunas urbes de China este trámite es muy costoso y puede equivaler al precio de un vehículo de entrada de fabricación doméstica.
A pesar de todos los incentivos, la comercialización de vehículos eléctricos a la fecha es mínima: Equivale a menos del 1% del total de ventas de vehículos en China, que en 2013 se mantuvo como el mercado con mayor número de comercio de unidades en todo el mundo por quinto año consecutivo. De acuerdo con el periódico China Daily, en marzo de 2013, un estimado de 39.800 vehículos eléctricos circulaban en ese país, aproximadamente el 80% de éstos eran usados para transporte público.