La compañía General Motors introduce tecnología de aplicación de pintura por medio de flameado la cual permite que ésta se adhiera a las piezas de plástico del vehículo, como los instrumentos y los paneles de las puertas, sin utilizar como base solventes, evitando con ello contaminar el aire.
La tecnología de tratamiento de flameado utiliza un sistema robótico para crear un cambio molecular en la superficie del plástico, haciendo que se adhiera con la pintura. El proceso elimina la necesidad de una base “promotora” de adhesión. Cabe destacar que éste “método” ya se aplica a los modelos Chevrolet Cruze, Sonic y Volt.
“El potencial de este proceso tiene múltiples beneficios, conseguimos una reducción de costos y en el mismo sentido cuidamos del medio ambiente”, dijo John Bradburn, Gerente de Reducción de Residuos de GM.
Mediante su uso los proveedores de GM han logrado la disminución de 48 toneladas al año de residuos sólidos y líquidos como son filtros, limpiadores, solventes y pinturas. También se han reducido los contaminantes del aire de 810 a 80 toneladas por año, asimismo la eliminación del vertido de residuos como "barros" de pintura y materiales de desecho pintado ha pasado de 25 toneladas a cerca de cero.
GM supo de esta tecnología a través del grupo estadounidense Suppliers Partnership for the Environment (formado por fabricantes de vehículos), sus proveedores y la Agencia de Protección Ambiental. El proveedor FTS Technologies, establecido en Whitmore Lake, Michigan, buscaba implementar la tecnología de tratamiento de flameado y se acercó a John Bradburn, Gerente de Reducción de Residuos de GM.