Luego de mucho tiempo de batallar, Spyker se quedó con Saab para continuar con su producción y acrecentar su portafolio de modelos. Pasaron alrededor de tres meses para que la línea de producción de Trollhättan tomara vida nuevamente y lo hace con su 9-5.
La nueva generación del 9-5 justo antes de saber que la marca podía desaparecer recibió buenas críticas y excelentes resultados en pruebas de choques, por lo que dicho modelo ya contaba con pedidos en las concesionarias.
El 9-5 será el buque insignia de la marca por el momento en lo que llegan nuevos desarrollos de la mano de la holandesa Spyker, como el posible crossover 9-4X, el Aero X y el nuevo compacto que se rumora en aquel lado del planeta.