Los efectos de la crisis financiera internacional se están haciendo notar en el sector automotor incluso en un país, a priori, algo más protegido de ella como China, cuyos fabricantes se están viendo obligados a apoyarse más en su inmenso mercado interno al descender sus exportaciones.
La carrera de marcas chinas como Chery, Geely, Great Wall, Hafei, Land Wind, Changhe o SAIC-Wuling, que aspiraban a exportar a medio plazo a la Unión Europa y a Estados Unidos, y ya presentes en América Latina, puede verse reducida en sus ventas ahora, al menos a corto plazo, también en el mundo de habla hispana.
Con todo, aunque todas las voces del sector parecen dar por hecho que las exportaciones chinas a América Latina se verán afectadas de alguna manera, también hay consenso en que continuarán a largo plazo, según distintos directivos chinos y occidentales consultados.
Las exportaciones chinas de vehículos al extranjero frenaron bruscamente su crecimiento en los primeros nueve meses del año hasta las 557.500 unidades entre enero y septiembre, un 34,71% más que en ese período de 2007, pero nada menos que 29,3 puntos porcentuales por debajo de su crecimiento entre 2007 y 2006.
El mercado chino había crecido a un ritmo cercano al 20% anual durante los últimos seis años, aunque según una estimación oficial china, el mercado podría frenarse hasta un 15% este año, y cerca de otro 10% en 2009.