Con la presencia del Presidente de México, Felipe Calderón y el CEO de Ford Motor Company, Alan Mulally, se anunció una inversión de 3 mil millones de dólares para México; inversión sin precedentes en la historia de la industria automotriz de ese país.
Esta importante inversión, que podría ser punta de lanza para otros fabricantes, contempla mil millones de dólares en la adecuación y ampliación de la planta ubicada en Cuautitlán, Estado de México en donde será fabricada la nueva generación del Ford Fiesta, el primer vehículo totalmente global del fabricante y que empleará la plataforma B. El Fiesta será fabricado en versión sedán y hatchback, su mercado primario será el de Norteamérica y llegará en 2010.
Adicionalmente, se invertirán 898 millones de dólares para la ampliación y crecimiento de la planta de motores ubicada en el estado de Chihuahua. Esta fábrica desarrollará los motores diesel con los que se dotará a los vehículos comerciales de Ford. El diesel forma un elemento estratégico para la empresa del óvalo azul que paulatinamente entrará a este competitivo mundo ahora revestido de color verde.
Guanajuato es otra de las entidades que se beneficiarán con estas inversiones dado que recibirán 500 millones de dólares para la producción de transmisiones para vehículos subcompactos de la marca Getrag.
Con estas inversiones y 600 millones de dólares como apoyo para el desarrollo de proveedores, se crearán más de 30 mil empleos, entre directos e indirectos, que lógicamente benefician a la industria automotriz y por supuesto al país.
Cabe destacar que Ford de México compitió con China y Brasil para atraer la inversión requerida para este nuevo Fiesta. Sin lugar a dudas las buenas calificaciones de los medianos como el Fusion o MKZ en términos de calidad ayudaron mucho a Ford de México para atraer las cuantiosas inversiones, porque deacuerdo con Mulally, "No veníamos a ver cómo salía el auto, estábamos seguros de que iba a salir bien".
Por Rubén Hoyo y Carlos González Arizmendi
